jueves, 2 de junio de 2011

Cuando una BSO es suficiente

No tengo el gusto de haber leído ninguno de los libros de la trilogía Millenium. Como siempre me pasa, el hecho de que todo el mundo, por obra y milagro del marketing, sintiera una fiebre repentina por la obra de Stieg Larsson no hizo otra cosa que alejarme de su literatura. No fue una renuncia definitiva porque nunca puse en duda el interés de las novelas del sueco. Simplemente fue un aplazamiento a la espera de un momento más propicio, con menos ruido.

Siendo coherente con esta decisión, tampoco quise ver ninguna de las películas que adaptaron la trilogía. Y así el recuerdo del fenómeno Larsson fue diluyéndose poco a poco.

Hace unos meses me enteré de que David Fincher iba a dirigir un remake de Millenium y, como siempre, mi primera reacción fue de decepción. Suelo detestar los remakes por oportunistas e innecesarios. Y porque muchas veces suponen una suerte de insulto al espectador, al que acusan sutilmente de no ser capaz de entender los códigos de otras culturas que no sean la norteamericana. A pesar de eso, Fincher me parece un director muy interesante, al que siempre hay que darle una oportunidad. Además, la noticia me llegaba poco después de haber visto su última película, La red social, que me había dejado muy buenas sensaciones.

Debo reconocer, no obstante, que tanto La red social como la primera parte del remake de Millenium, La chica con el tatuaje del dragón (The girl with the dragon tattoo), comparten un aliciente extra, el hecho de que Trent Reznor (líder de Nine Inch Nails) y su compañero de andanzas habitual, Atticus Ross, sean los encargados de firmar las bandas sonoras de ambas películas. Tras el entusiasmo que me produjo la música de La red social, no pude evitar ilusionarme al conocer la noticia.

Hoy he podido ver el trailer oficial de La chica con el tatuaje del dragón y las expectativas no pueden ser más altas. El vídeo, de 1 minuto y medio, está ambientado totalmente con la versión que han hecho Reznor y Ross de un tema mítico de Led Zeppellin, Immigrant song. La canción suena terriblemente orgánica, como todo lo que toca el líder de NIN. Cuando el trailer acaba, te deja con la boca abierta, el pulso acelerado y el deseo irrefrenable de volverlo a ver.

Quizás esta vez la BSO sea suficiente para llevarme al cine, aún sin haber leído los libros, aún sin haber visto la versión cinematográfica original...