jueves, 31 de diciembre de 2009

2009: un año de buenas sorpresas musicales

Hoy despedimos el 2009, un año que, personalmente, me ha deparado grandes momentos musicales. Publicaciones esperadas y sobre todo buenos conciertos que ahora me apetece recordar y que, en su mayoría, ya he comentado en este mismo blog.

Se podría decir que el primer episodio musical destacable del año para mí fue el Primavera Sound, que se celebró entre el 28 y el 30 de mayo en el Parc del Fòrum. Era mi primera edición y la verdad es que quedé encantada, aún cuando los festivales no son precisamente santo de mi devoción. Me decidí a acudir a este PS por la coincidencia en un mismo día del "abuelo" Neil Young y de Sonic Youth. No había visto a ninguno de los dos y la verdad es que tenía muchas ganas. La posibilidad de escuchar Rockin' in the free world en directo interpretada por su autor original (ya la había visto versionada por Pearl Jam) era un grandísimo aliciente. Además, el recién estrenado disco de Neil Young, Fork in the road, estaba bastante bien para tratarse del enésimo trabajo de un hombre al que algunos no dudarían en jubilar.

El concierto estuvo genial, muy emotivo, aunque es cierto que duró menos de lo esperado por culpa de un problema absurdo con los horarios de vuelo de la banda. Yo tuve un apoteósico Rockin' y otro buen puñado de clásicos capaces de poner la piel de gallina (Down by the river, Heart of gold, Hey Hey, My My, Needle and the damage done...).


Para acabarlo de rematar, Sonic Youth también ofrecieron un gran e intensísimo concierto que, además, pude disfrutar desde muy cerca. Parece mentira que los líderes del grupo tengan más de 50 años. Es simplemente asombroso.

El 2009 se convertiría en un año inolvidable al anunciarse la desaparición de uno de mis tres grupos favoritos, Nine Inch Nails, y su consiguiente gira de despedida, Wave goodbye. La banda de Trent Reznor tuvo a bien incluir Madrid en este último tour así que, sin dudarlo, nos plantamos en la capital. Los recuerdos de este concierto en la Sala Riviera son aún muy intensos. Ya lo expliqué con mucho detalle en la primera entrada de este blog. Fue un momento muy especial: Alec Empire como telonero cerrando un ciclo, el mítico Robin Finck volviendo al grupo después de tantos años de ausencia, un Hurt que se grabó como un hierro ardiendo en todos los presentes y aquella ebullición permanente sobre la pista. Aún me cuesta creer que aquel 30 de julio asistiera a mi último concierto de NIN.



En este balance del 2009, también tengo que referirme a los discos que se han publicado a lo largo de estos últimos meses. En abril salió al mercado el nuevo de Depeche Mode, Sounds of the universe, un CD con grandes canciones (como Wrong, Peace, Corrupt o In chains) que, sin embargo, no llegaría al nivel del anterior Playing the angel. Pero al menos fue la excusa para ver a los ingleses una vez más en Barcelona. Y sin duda valió la pena. No podré olvidar nunca el enorme papel que jugó Martin L. Gore en el concierto que ofrecieron DM en el Palau Sant Jordi el 20 de noviembre. Y es que además de bordar una sobrecogedora Home, me hizo el regalo más grande que podía esperar: One caress. Oír este tema en directo fue demasiado emocionante para mí y jamás podré olvidarlo.



En agosto, llegó a las tiendas Broken, el nuevo de Soulsavers, una banda que yo desconocía hasta entonces y que me sorprendió muy gratamente con este álbum. Al frente, la voz incomparable de un viejo conocido, Mark Lanegan, lo que sin duda engrandecía unas canciones ya de por sí interesantes. Por cierto, que se dio la circunstancia de que el grupo fue telonero de Depeche Mode en Barcelona, lo que me permitió alucinar con la voz de Lanegan y poco más, ya que el ambiente no era el idóneo para disfrutar del concierto.



Y tras las vacaciones de verano, aquello fue un no parar. Llegaron los esperados discos de algunos de mis grupos preferidos. Pearl Jam publicó su breve y directo Backspacer, un buen disco que, como era de esperar, no supuso ninguna revolución respecto a las últimas producciones del grupo.


También llegó con el otoño el desconcertante The Resistance de Muse, un álbum que incluía auténticas joyas pero que levantaba también ciertos temores con algunos de sus cortes (Undisclosed desires es un buen ejemplo). Afortunadamente, y como también expliqué en este blog, cualquier recelo se disipó después de disfrutar el 24 de noviembre de un concierto inolvidable en el Palau Sant Jordi.


Diferente fue el caso de Rammstein. No esperaba gran cosa de su nuevo trabajo, Liebe ist für alle da, y los alemanes me pillaron con el paso cambiado. Me encontré de repente con un discazo, lleno de grandes temas y con una intensidad indiscutible. Además, el grupo desplegó un gran y catártico espectáculo el 12 de noviembre en Badalona. Sin duda, una de las grandes sorpresas del 2009.


Similar fue el caso de Franz Ferdinand. A principios de año, sacaron su tercer disco, Tonight: Franz Ferdinand. Hasta entonces, yo no había prestado demasiada atención a este grupo, seguramente porque lo vinculaba a una nueva hornada de bandas inglesas capaces de ponerse de moda muy rápido sin ofrecer nada nueva musicalmente hablando. Pero entonces su discografía completa cayó en mis manos. Sin duda tenían buenas canciones pero yo me mantenía un poco escéptica respecto a su directo. El 5 de diciembre probé suerte en Badalona y nuevamente tuve que hacer trizas todos mis prejuicios. Fue otro gran concierto, lleno de momentos imborrables, divertido, nada encorsetado y muy bien secundado por el público.



En este balance no puedo olvidar tampoco el primer disco de Them crooked vultures, un supergrupo que reúne a Josh Homme (Queens of the stone age), Dave Grohl (Foo Fighters) y John Paul Jones (Led Zeppelin). Me ha gustado mucho este primer trabajo, cargado de buenos temas de rock, como Dead End Friends, No One Loves Me & Neither Do I o Scumbag blues.


Dicho todo esto, sólo cabe esperar que el 2010 sea la mitad de prolífico que este año que se despide. Por lo pronto, es posible que vuelva a ver a Rammstein y a Pearl Jam en directo, ya que estarán en el BBK Live de Bilbao en julio. Y guardo la esperanza de que Them crooked vultures giren por estas tierras. También está pendiente que Muse acaben de configurar un tour de estadios que, por qué no, podría volver a recalar en Barcelona.

En fin, ya se verá. De momento... FELIZ 2010!!

martes, 29 de diciembre de 2009

Rammstein también estarán en el BBK Live

El Bilbao BBK Live, que tendrá lugar entre el 8 y el 10 de julio, ha confirmado un segundo cabeza de cartel. Medio año después de presentar su disco Liebe ist für alle da en Barcelona, Madrid y la misma Bilbao, Rammstein harán lo propio en este festival, en un día aún por confirmar. De esta manera, los alemanes se unen a los ya anunciados Pearl Jam, que actuarán en Bilbao el día 9.

Con sólo dos nombres confirmados, el BBK Live comienza a ser más que apetecible, sobre todo porque la actuación de Pearl Jam será la única que ofrezcan en España, al menos en los próximos meses.

Me había mentalizado para perderme este concierto pero, después del anuncio de Rammstein, empiezo a replanteármelo...

lunes, 28 de diciembre de 2009

It's Christmas time

La música es uno de los ingredientes indispensables de las fiestas navideñas. Afortunadamente, hay vida más allá de El Tamborilero, el Fum, fum, fum y el Last Christmas, y cada cual puede ponerle la banda sonora que más le guste a estos días de recogimiento... o de locura, según se mire.

Mis propuestas, no necesariamente vinculadas directamente con la Navidad, son las siguientes:

1) Hallelujah de Jeff Buckley. Con el permiso de su autor e intérprete original, el maestro Leonard Cohen, el Hallelujah de Buckley es uno de los temas más conmovedores que existen. La que sigue es una versión en directo extraída del DVD Live in Chicago, grabado en 1995. Sólo dos años después, uno de los artistas más prometedores que han dado los EE.UU. moriría en trágicas circunstancias. Eso mitificaría aún más una canción tan mágica como ésta:



Well maybe there's a God above
But all I've ever learned from love
Was how to shoot somebody who'd out drew ya
And it's not a cry that you hear at night
It's not somebody who's seen in the light
It's a cold and it's a broken Hallelujah
Hallelujah 

2) Let me sleep (it's Christmas time) de Pearl Jam. El grupo de Seattle tiene por costumbre editar un single navideño cada año para uso y disfrute exclusivo de los miembros de su club de fans. Esta tradición nos ha dejado temas como éste, del año 1991:



Cold wind blows on the soles of my feet
Heaven knows nothing of me
I'm lost, nowhere to go
Oh, when I was a kid...oh, how magic it seemed
Oh, please let me sleep, it's Christmas time

3) Winter de Tori Amos. Un tema precioso de 1992 que la cantante dedica a su padre. En un sentido estricto, no tiene nada que ver con la Navidad pero su letra destila ese sentimiento de conciliación que debería impregnar estas fechas.



Hair is grey
And the fires are burning
So many dreams
On the shelf
You say I wanted you to be proud of me
I always wanted that myself

He says
When you gonna make up your mind
When you gonna love you as much as I do
When you gonna make up your mind
Cause things are gonna change so fast
All the white horses have gone ahead
I tell you that I'll always want you near
You say that things change
My dear

lunes, 14 de diciembre de 2009

Pearl Jam en el BBK Live

Pearl Jam ofrecerán unos pocos conciertos en Europa para presentar su disco Backspacer durante los meses de junio y julio. A falta de que se confirme una última fecha, todo apunta a que la única visita que harán a España será el 9 de julio a Bilbao, para participar en el BBK Live. De los otros nueve conciertos anunciados por el grupo, seis serán también en festivales, algunos tan destacados como el siempre alucinante Werchter de Bélgica.

La idea de ver a Pearl Jam en un festival no me apetece en exceso, sobre todo después de su participación en el Festimad 2007, que se celebró en Leganés en condiciones realmente singulares. Habitualmente, los sets de festival suelen ser más cortos y más plagados de hits convencionales. Pero lo que peor me parece es tener que compartir el concierto con un montón de gente que no necesariamente está interesada en el grupo y que lo único que hace es impedir que los que son realmente seguidores puedan acercarse al escenario o al menos disfrutar el espectáculo en condiciones normales.

También es cierto que Pearl Jam no son de los que siempre cumplen con la ortodoxia festivalera. Buena prueba de ello es el concierto que ofrecieron en el Azkena 2006, recordado por ser uno de los mejores que han ofrecido nunca en España. Aún así, sigue sin entusiasmarme la idea de viajar hasta otra ciudad para vivir un concierto de mi grupo favorito diluido en un festival que todavía no tiene ni cartel. Esperaremos pues a que el grupo se decida a hacer una gira en condiciones, como ya hizo en 1996, 2000 y 2006.

Realmente, el único festival al que iría sin tantos reparos sería al Werchter. Este acontecimiento, que se celebra en Bélgica, sorprende cada año sin excepción con carteles de auténtico lujo. Pero claro, está lejos y es caro.

Ésta es la lista completa de conciertos de Pearl Jam en Europa, a la espera de que se confirme la venue del 6 de julio (Italia tal vez?):

22 junio: Dublín, Irlanda. 02 Arena
23 junio: Belfast, Irlanda. Odyssey Arena
30 junio: Berlín, Alemania. Wuhlheide
1 julio: Gdynia, Polonia. Heineken Open'er Festival
3 julio: Arras, Francia. Main Square Festival
4 julio: Werchter, Bélgica. Rock Werchter Festival
6 julio: Por confirmar
9 julio: Bilbao, España. BBK Live Festival
10 julio: Oeiras, Portugal. Optimus Alive Festival

martes, 8 de diciembre de 2009

Franz Ferdinand, de sorpresa en sorpresa

Últimamente tengo que revisar todos mis prejuicios. Y es que, después de la grata sorpresa que supuso el gran concierto de Muse, otros británicos me han vuelto a pillar desprevenida. Tal vez fuera porque soy una recién llegada a la música de Franz Ferdinand o porque empiezo a desconfiar sistemáticamente de todo grupo que no supere los diez años de carrera, pero lo cierto es que el recital que ofrecieron los escoceses el pasado sábado en Badalona me sorprendió hasta parecerme sobresaliente, un auténtico derroche de energía, de actitud y, por qué no, de valentía.

No era la primera vez que Franz Ferdinand venían a Barcelona pero sí que era mi primer concierto de la banda. Hace poco tiempo que sigo al grupo escocés así que desconocía totalmente su solvencia en directo. En estos tiempos que corren, donde las modas van y vienen de manera invasiva, es fácil caer en ciertos prejuicios y recelar de todo aquél que lleve la siempre sospechosa etiqueta indie. No quiero decir con eso que la música de Franz Ferdinand no me parezca buena, ni mucho menos, pero sí que desconfiaba un poco de su capacidad para hacerla crecer en directo. En otras palabras, el sábado fui al Pavelló Olímpic de Badalona pensando que pasaría un buen rato, que vería a miles de personas flipar con Take me out... pero creyendo también que sería un concierto más bien corto, sin demasiado misterio, compuesto por una sucesión de hits calcados a las versiones de estudio. En fin, que no di una.

El espectáculo comenzó con un poco de retraso, lo que hizo bastante cansada la espera en las primera filas, donde la gente estaba bastante apretada. El espacio aún se estrechó más cuando el grupo salió a escena y abordó No you girls, uno de los singles de su último disco. La respuesta del público fue inmediata. Como si se tratara de un clásico, la gente se comprimió hacia delante y empezó a botar con entusiasmo, al tiempo que la banda daba muestras de su manera de ser sobre el escenario: sonrisa permanente, energía a raudales y ganas de que todo el mundo, ellos también, se lo pasara en grande.




Si el comienzo del concierto fue movido, la verdadera locura llegó con el segundo tema, The Dark of the Matinée, que provocó un vaivén incesante en la pista. El que fuera single de su primer disco, el homónimo Franz Ferdinand, acabó de caldear el ambiente para acoger a continuación otro tema de sus inicios, Tell her tonight. Se trata de una de les canciones más peculiares del grupo, entre otras cosas porque las estrofas están cantadas por Nick McCarthy, el guitarrista.

Después de dos temas con regusto clásico, llegó un nuevo corte del último disco, Can't stop feeling. Me parece que fue el primero del set en el que utilizaron de manera más intensa la pantalla que servía de fondo al grupo, iluminando una gran cuadrícula que daba cierto aire disco a la escena. El sonido de sintetizador que identifica este tema fue coreado por el público, aún entusiasmado por el gran arranque del concierto.

Franz Ferdinand no permitieron que la gente se relajara a base de material nuevo porque Do you want to irrumpió en seguida como un vendaval. Al grito de "lucky, lucky, you're so lucky", la pista retomó los botes al unísono mientras acompañaba con los brazos en alto los "tu tu tutururu" de Alex Kapranos y compañía. Mantenerse quieto en una canción como ésta es imposible.

Con mucha picardía, los escoceses aprovecharon el tirón de este hit de su segundo disco, You could have it so much better, para volver a ofrecer otra dosis de material nuevo.  En este caso le tocó a What se came for que, como en el disco, mostró la vertiente más rockera del grupo. Su final, con Kapranos ocupándose del endiablado solo, hizo vibrar sin duda a los fans menos poperos.

Con las guitarras aún resonando en el ambiente, llegó uno de los puntos fuertes del concierto. Mientras la contundente batería de Paul Thomson marcaba el tempo, Kapranos adoptó el papel de maestro de ceremonias para presentar a la banda, al tiempo que ésta iba descubriendo nota a nota otro de los temas del primer disco, This fire. Fue una de las canciones más versionadas de la noche, con un Kapranos muy versátil que lució voz y guitarra y que alargó la canción bastantes minutos. Para rematarlo, el escocés cedió un micrófono a la primera fila para que una chica cantara con todas sus fuerzas aquello de "this fire is out of control, I'm going to burn this city, burn this city". Tras este momentazo, llegó otra versión sorprendente, en este caso de Live alone. El tema del nuevo disco se presentó con unos arreglos diferentes, menos electrónica y más cercana al concepto de balada.



Y entonces, más pronto de lo esperado, llegó el hit por excelencia, Take me out. A la primera nota, la pista entera (o al menos eso he visto en algún video de YouTube) despegó sus pies del suelo para bailar el tema más conocido del grupo. Cuando Kapranos acabó de cantar la estrofa inicial, el ritmo se ralentizó y empezó el famoso riff, ya no quedaba nadie que se resistiera a botar. Eso sí, es tremendamente difícil hacerlo al tempo de la canción, por mucho que el cantante y el guitarrista lo hagan a la perfección sobre el escenario.

Después de soltar un éxito de este calibre, era difícil imaginar cómo transcurriría la seguna mitad del concierto. Por lo pronto, el grupo echó mano de Ulysses, el primer single de Tonight, muy coreado también por la gente. Personalmente es un tema que me encanta y que se me hace cortísimo. Después vendría The Fallen, el corte que abre a lo grande su segundo disco. Y siguiendo con la dinámica de alternar clásicos y material nuevo, siguió uno de los temas de Tonight que mejor suenan en directo, Turn it on.

Para cerrar el set principal, los cuatro escoceses hicieron una apuesta segura y encadenaron tres de los canciones más destacadas de sus discografía. 40', una de mis favoritas, sería la primera. A continuación, llegaría la siempre esperada Michael, y cerraría antes del descanso Outsiders. Esta última nos deparó otro de los grandes momentos del concierto cuando, a modo de cierre, los escoceses ofrecieron una batucada a ocho manos que se alargó más de 3 minutos. En sólo un instante, montaron una batería a uno de los lados del escenario, pegados al foso, e iniciaron un espectáculo de percusión de lo más lucido. Los cuatro componentes del grupo parecieron pasárselo en grande golpeando sin parar, y perfectamente coordinados, todos los bombos y platillos mientras el público no paraba de aplaudir.

En este punto del concierto, era complicado hacer una quiniela de temas para el bis. Casi todos los clásicos habían desfilado ya, así que bien podrían haber hecho un encore de dos únicos temas y despedir así la noche. Afortunadamente, no fue ésta la opción de los escoceses, que aún guardaban cuatro canciones para cerrar el set list. La primera fue Walk away, que empezó Kapranos a solas en el escenario, centrando toda la atención sobre su voz. Nuevamente, el grupo ofreció una versión diferente a la del disco, lo que fue una constante durante todo el concierto.

Me alegré al escuchar a continuación las primeras notas de uno de mis temas preferidos, la mítica Darts of pleasure, del primer disco. La gente tenía ganas de gritar esos versos finales en alemán: "Ich heiße Superphantastisch! Ich trinke Schampus mit Lachsfisch! Ich heiße Su-per-phan-tas-tisch!". Incluso algunos los comenzaron antes de tiempo.

Con una versión bastante celebrada (sobre todo por los fans más experimentados) del tema de LCD Soundsystem All my friends, Franz Ferdinand emprendieron la siempre difícil tarea de cerrar un concierto de manera inolvidable. Y doy fe que lo consiguieron. Cuando ya no les quedaban hits en la recámara (aunque esta vez no tocaran ni Jacqueline ni Auf Asche), tuvieron la osadía de ofrecer una versión increíble de la reciente Lucid dreams, apenas reconocible en sus primeros compases. El tema dio pie a una locura electrónica que se prolongaría casi hasta la eternidad con el batería, Paul, como único protagonista.

Para un grupo con sólo tres discos no siempre es fácil completar un concierto de 1h 45m. Franz Ferdinand lo consiguieron con un ritmo bastante bien conseguido para mi gusto, alternando con gracia temas nuevos (aunque ya rodados) con otros que ya tienen completamente ganado al público. Lo hicieron además con mucha simpatía, y no sólo porque Kapranos se marcara más de una y de dos palabras en catalán. Desde las primeras filas se percibió en sus caras que se lo estaban pasando bien y que, para ellos, era un gran privilegio poder compartir ese momento con unos cuantos miles de personas. Con ese estado de ánimo, supongo que es más fácil sorprender a la audiencia. En resumen, que los cuatro de Glasgow saben sacarle todo el jugo al directo y que no dudaré en irles a ver de nuevo si vuelven a Barcelona.


domingo, 6 de diciembre de 2009

Las guitarras de Nine Inch Nails a subasta en eBay

Trent Reznor ha querido dejar muy claro que el fin de Nine Inch Nails es un punto y aparte en toda regla. Así lo demuestra el hecho de que haya puesto a subasta en eBay una gran cantidad de material que el grupo ha utilizado en sus giras y, que según dice, ya no volverán a necesitar. Se trata de centenares de instrumentos y otros aparatos. Podemos contar entre estas joyas muchísimas guitarras (algunas míticas), teclados, amplificadores, baterías, cables, pedales... Una lista inacabable por la que puede pujar cualquiera que, eso sí, cuente con una buena cuenta bancaria.

La lista de objetos disponibles se irá actualizando regularmente pero, entre los que ya están disponibles, ya se pueden ver algunos especialmente codiciados. En estos momentos, y a 12 horas del cierre de la puja, el instrumento más deseado es la mítica guitarra de la gira The Fragile. Y digo que es el más deseado porque su precio se sitúa ahora mismo en la nada despreciable cifra de $5,600!!!! En la lista actual, le sigue como instrumento más caro otra guitarra, una Paul Read Smith que alcanza en estos momentos los $3,537.87. 


La guitarra estampada con la portada de The Fragile, la más deseada

La lista completa de instrumentos y otros aparatos a subasta podéis verla aquí.