Capacidad de sorpresa intacta

Cuando un grupo está a punto de cumplir 20 años de carrera, suele quedar poco lugar para la sorpresa. De una u otra manera, su música se acomoda y sus fans se conforman con revivir una y otra vez sus grandes éxitos. Afortunadamente, sin embargo, aún hay muchos intérpretes y bandas que disfrutan rompiendo esa norma universal.

Me ilusiona pensar que Pearl Jam es uno de esos grupos que aún no han agotado mi capacidad de sorpresa. Tal vez ya no consigan emocionarme con sus nuevos discos del mismo modo que lo hicieran al inicio de su carrera. Sólo recordar el entusiasmo con que adquiría cada uno de sus primeros CDs, lo desprecintaba y lo metía en la minicadena me provoca una sonrisa de felicidad. Ten, Versus, Vitalogy... incluso No code. Todos ellos fueron discos que entraron en mi vida sin sutilezas, revolviendo algo en mi interior...

Ahora, más de 10 años después de esos álbumes, la carrera discográfica de Pearl Jam ya no es tan revulsiva. Espero sus CDs con similar ilusión pero sé que no volveré a encontrar la épica y el dramatismo de aquella otra época. A pesar de eso, sigo fiel al grupo porque, más allá de gestas pasadas, su capacidad de sorpresa sigue intacta sobre el escenario.

Pearl Jam ha demostrado a lo largo de los años que es una banda que no reniega de nada, que se debe a sus fans y que se reinventa contínuamente en directo. Y eso, a mí, me basta y me sobra. Para muestra, un vídeo que no había visto hasta ayer y que me ha dejado con la boca abierta, literalmente. Es una actuación bastante reciente, de 2008, en la que el grupo versiona un tema del 93 que no se ha prodigado demasiado en vivo: W.M.A. El resultado es impactante para los que una vez vibramos con la canción original. Por muchos años.

Eddie Vedder con los damnificados de Haití

A estas alturas, no hay razón para dudar sobre la solidaridad de Eddie Vedder y de su grupo Pearl Jam. Han sido numerosas las ocasiones en que el cantante, ya sea en solitario o con su grupo, ha participado en iniciativas solidarias o relacionadas con la protección del medio ambiente. Recuerdo, por ejemplo, su contribución al disco Sweet relief, en beneficio de la fundación creada por la también cantante Victoria Williams; sus aportaciones a No boundaries, un álbum para ayudar a los refugiados kosovares; o su participación en el concierto de homenaje a las víctimas del 11-S junto a Neil Young.

La última muestra solidaria de Eddie Vedder ha tenido como objetivo a los damnificados por el terremoto de Haití. El cantante ha grabado una versión del tema de Bruce Springseen My city of ruins y lo ha puesto a la venta en iTunes y el Ten Club, el club de fans de Pearl Jam. Los beneficios íntegros de esta iniciativa se destinarán a ayudar a las víctimas de la isla caribeña. La versión, por cierto, no suena nada mal.