sábado, 19 de julio de 2014

Bienvenido, Barcelona Metal Fest

La aparición de un nuevo festival de música especializado siempre es una buena noticia. Y pongo el acento en lo de especializado, porque parece que últimamente lo que se lleva en este tipo de eventos es un eclecticismo un tanto desconcertante. Si además el nuevo festival se ocupa de un género que, a pesar de su capacidad de supervivencia al margen de modas pasajeras, parece echar de menos un espacio propio en Barcelona, la noticia aún es mejor.

La primera edición del Barcelona Metal Fest se celebró el pasado 6 de julio en el Poble Espanyol, justo el mismo fin de semana en el que se estrenaba otro sonado festival metalero en Santa Coloma. Para su presentación, los organizadores optaron por un cartel accesible, por definirlo de alguna manera, con tres bandas nacionales (Ankor, Inmune y Sôber), unos clásicos del género (Paradise Lost) y un grupo con una propuesta capaz de atraer a un público más amplio (Within Temptation).

Después del retraso en la apertura de puertas, que acabó lastrando todos los conciertos, los tarraconenses Ankor se encargaron de dar el pistoletazo de salida al festival. El concierto tuvo como alicientes la presentación de la nueva cantante de la banda, Jesse Williams, y una puesta en escena bastante divertida que se ganó al público más madrugador.

Inmune fueron toda una sorpresa, ya que ignoraba totalmente que se trataba del nuevo proyecto de Morti, ex Skizoo y ex El fantástico hombre bala. Al verle aparecer en el escenario, calzado con unas deportivas con alas al más puro estilo Hermes, y oírle entonar los primeros temas, tuve la sensación de reencontrarme con un viejo conocido. Las canciones de Ilumíname, el único disco del grupo hasta la fecha, sonaron muy bien, sin duda engrandecidas por el carisma que destila Morti en todas sus actuaciones.

De Sôber, nada nuevo que decir. La banda, primer plato fuerte del festival, se mantiene en un estado de forma admirable, enérgica y contundente, pero a la vez muy cercana a su público. Los hermanos Escobedo y compañía demostraron que no viven de rentas: sus clásicos, como Loco o Arrepentido, provocan el delirio entre sus fans, pero los temas más recientes también parecen haber calado hondo. A destacar la inclusión de uno de los cortes de su primer disco, Cubos, que se ha hecho un sitio en los setlists de la banda en detrimento de otros temas que podrían considerarse más evidentes, como Predicador o Vacío.

Sôber (foto: Barcelona Metal Fest)

Y llegó el turno de Paradise Lost, a quienes esperaba con ansiedad porque nunca los había visto en directo. Lamentablemente, las interminables pruebas previas al concierto no se tradujeron en nada y la banda sonó realmente mal. El pobre Nick Holmes iba perdidísimo, no se oía, y en algunos temas tenía grandes dificultades para acertar las notas. Por si fuera poco, el escaso público y la frialdad general de éste, más pendiente de la próxima actuación de Within Temptation, no ayudaron a mitigar los problemas. Estos inconvenientes, no obstante, no impidieron que disfrutara tanto como pude del concierto de los británicos.

Con más de 25 años de historia, Paradise Lost son considerados emblemas del Doom pero lo cierto es que su carrera ha transitado por estilos muy diferentes, jugueteando incluso son las sonoridades más electrónicas. En directo son capaces de tocar todos esos palos, como si no quisieran renegar de ninguna de sus etapas o intentaran satisfacer a todos sus seguidores. Así, la voz de Holmes pasa en cuestión de minutos del registro gutural de los primeros discos de la banda a la limpieza que la caracteriza en álbumes como One second o Host.

El voluntarismo del grupo no fue suficiente para que sus temas destacaran como se merecían. A pesar de eso, me alegró disfrutar en directo del rammsteiniano Isolate, de los pegadizos So much is lost y Erased, del contundente Never for the damned, de uno de mis discos favoritos (In requiem); y, por supuesto, del mítico Say just words, que seguramente me sonó perfecto porque mis recuerdos lo acompañaban.

Sharon den Adel (foto: Eargasm web)
Y así fue como llegó el momento de los cabeza de cartel, unos Within Temptation que eran el principal reclamo del festival pero que, aún así, tampoco contaron con la cantidad de público deseable. Su espectáculo, bastante más largo que el de sus predecesores, fue sin duda el que dispuso de mayores recursos técnicos: dos niveles en el escenario, una pantalla que se utilizó durante todo el concierto para proyectar imágenes creadas especialmente para la presentación de su último disco, Hydra, y un sonido mucho más pulido que el de Paradise Lost fueron algunos de los elementos que hicieron brillar a la banda holandesa.

La propuesta sinfónica del grupo funcionó muy bien sobre las tablas. Sharon den Adel es una frontwoman completa, de gran belleza, simpatía inagotable y con una voz privilegiada que es capaz de compaginar con saltos y carreras continuas por todo el escenario, lo que tiene un mérito tremendo, incluso contando con esa red de seguridad que le proporciona la voz doblada en directo.

En el concierto no faltaron los grandes temas de la banda, destacando especialmente clásicos como Mother Earth, Ice Queen o la enérgica Stand my ground. También hubo ocasión de disfrutar de algunos dúos que ha protagonizado Sharon den Adel con otros vocalistas, como por ejemplo el tema Paradise (What about us?), interpretado junto a Tarja, y de una curiosa versión de Lana del Rey.

El completo espectáculo de Within Temptation fue el encargado de cerrar un Barcelona Metal Fest que adoleció de una entrada demasiado floja pero que merecería tener una segunda oportunidad y afianzarse en la programación musical de la ciudad. Seguramente no ayudó a su éxito el hecho de que se celebrase en domingo y el mismo fin de semana que tenía lugar el Rock Fest de Santa Coloma.

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