Hoy despedimos el 2009, un año que, personalmente, me ha deparado grandes momentos musicales. Publicaciones esperadas y sobre todo buenos conciertos que ahora me apetece recordar y que, en su mayoría, ya he comentado en este mismo blog.
Se podría decir que el primer episodio musical destacable del año para mí fue el Primavera Sound, que se celebró entre el 28 y el 30 de mayo en el Parc del Fòrum. Era mi primera edición y la verdad es que quedé encantada, aún cuando los festivales no son precisamente santo de mi devoción. Me decidí a acudir a este PS por la coincidencia en un mismo día del "abuelo" Neil Young y de Sonic Youth. No había visto a ninguno de los dos y la verdad es que tenía muchas ganas. La posibilidad de escuchar Rockin' in the free world en directo interpretada por su autor original (ya la había visto versionada por Pearl Jam) era un grandísimo aliciente. Además, el recién estrenado disco de Neil Young, Fork in the road, estaba bastante bien para tratarse del enésimo trabajo de un hombre al que algunos no dudarían en jubilar.
El concierto estuvo genial, muy emotivo, aunque es cierto que duró menos de lo esperado por culpa de un problema absurdo con los horarios de vuelo de la banda. Yo tuve un apoteósico Rockin' y otro buen puñado de clásicos capaces de poner la piel de gallina (Down by the river, Heart of gold, Hey Hey, My My, Needle and the damage done...).
Para acabarlo de rematar, Sonic Youth también ofrecieron un gran e intensísimo concierto que, además, pude disfrutar desde muy cerca. Parece mentira que los líderes del grupo tengan más de 50 años. Es simplemente asombroso.
El 2009 se convertiría en un año inolvidable al anunciarse la desaparición de uno de mis tres grupos favoritos, Nine Inch Nails, y su consiguiente gira de despedida, Wave goodbye. La banda de Trent Reznor tuvo a bien incluir Madrid en este último tour así que, sin dudarlo, nos plantamos en la capital. Los recuerdos de este concierto en la Sala Riviera son aún muy intensos. Ya lo expliqué con mucho detalle en la primera entrada de este blog. Fue un momento muy especial: Alec Empire como telonero cerrando un ciclo, el mítico Robin Finck volviendo al grupo después de tantos años de ausencia, un Hurt que se grabó como un hierro ardiendo en todos los presentes y aquella ebullición permanente sobre la pista. Aún me cuesta creer que aquel 30 de julio asistiera a mi último concierto de NIN.
En este balance del 2009, también tengo que referirme a los discos que se han publicado a lo largo de estos últimos meses. En abril salió al mercado el nuevo de Depeche Mode, Sounds of the universe, un CD con grandes canciones (como Wrong, Peace, Corrupt o In chains) que, sin embargo, no llegaría al nivel del anterior Playing the angel. Pero al menos fue la excusa para ver a los ingleses una vez más en Barcelona. Y sin duda valió la pena. No podré olvidar nunca el enorme papel que jugó Martin L. Gore en el concierto que ofrecieron DM en el Palau Sant Jordi el 20 de noviembre. Y es que además de bordar una sobrecogedora Home, me hizo el regalo más grande que podía esperar: One caress. Oír este tema en directo fue demasiado emocionante para mí y jamás podré olvidarlo.
En agosto, llegó a las tiendas Broken, el nuevo de Soulsavers, una banda que yo desconocía hasta entonces y que me sorprendió muy gratamente con este álbum. Al frente, la voz incomparable de un viejo conocido, Mark Lanegan, lo que sin duda engrandecía unas canciones ya de por sí interesantes. Por cierto, que se dio la circunstancia de que el grupo fue telonero de Depeche Mode en Barcelona, lo que me permitió alucinar con la voz de Lanegan y poco más, ya que el ambiente no era el idóneo para disfrutar del concierto.
Y tras las vacaciones de verano, aquello fue un no parar. Llegaron los esperados discos de algunos de mis grupos preferidos. Pearl Jam publicó su breve y directo Backspacer, un buen disco que, como era de esperar, no supuso ninguna revolución respecto a las últimas producciones del grupo.
También llegó con el otoño el desconcertante The Resistance de Muse, un álbum que incluía auténticas joyas pero que levantaba también ciertos temores con algunos de sus cortes (Undisclosed desires es un buen ejemplo). Afortunadamente, y como también expliqué en este blog, cualquier recelo se disipó después de disfrutar el 24 de noviembre de un concierto inolvidable en el Palau Sant Jordi.
Diferente fue el caso de Rammstein. No esperaba gran cosa de su nuevo trabajo, Liebe ist für alle da, y los alemanes me pillaron con el paso cambiado. Me encontré de repente con un discazo, lleno de grandes temas y con una intensidad indiscutible. Además, el grupo desplegó un gran y catártico espectáculo el 12 de noviembre en Badalona. Sin duda, una de las grandes sorpresas del 2009.
Similar fue el caso de Franz Ferdinand. A principios de año, sacaron su tercer disco, Tonight: Franz Ferdinand. Hasta entonces, yo no había prestado demasiada atención a este grupo, seguramente porque lo vinculaba a una nueva hornada de bandas inglesas capaces de ponerse de moda muy rápido sin ofrecer nada nueva musicalmente hablando. Pero entonces su discografía completa cayó en mis manos. Sin duda tenían buenas canciones pero yo me mantenía un poco escéptica respecto a su directo. El 5 de diciembre probé suerte en Badalona y nuevamente tuve que hacer trizas todos mis prejuicios. Fue otro gran concierto, lleno de momentos imborrables, divertido, nada encorsetado y muy bien secundado por el público.
En este balance no puedo olvidar tampoco el primer disco de Them crooked vultures, un supergrupo que reúne a Josh Homme (Queens of the stone age), Dave Grohl (Foo Fighters) y John Paul Jones (Led Zeppelin). Me ha gustado mucho este primer trabajo, cargado de buenos temas de rock, como Dead End Friends, No One Loves Me & Neither Do I o Scumbag blues.
Dicho todo esto, sólo cabe esperar que el 2010 sea la mitad de prolífico que este año que se despide. Por lo pronto, es posible que vuelva a ver a Rammstein y a Pearl Jam en directo, ya que estarán en el BBK Live de Bilbao en julio. Y guardo la esperanza de que Them crooked vultures giren por estas tierras. También está pendiente que Muse acaben de configurar un tour de estadios que, por qué no, podría volver a recalar en Barcelona.
En fin, ya se verá. De momento... FELIZ 2010!!
jueves, 31 de diciembre de 2009
2009: un año de buenas sorpresas musicales
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