El pasado 30 de junio se cumplieron 10 años del trágico suceso del festival de Roskilde (Dinamarca). Durante un concierto de Pearl Jam, nueve personas perdieron la vida aplastadas por la multitud que presionaba hacia el escenario. Este episodio conmocionó enormemente a la banda, que canceló los últimos conciertos de la gira y meditó seriamente su separación.
Lo ocurrido en Roskilde marcó un antes y un después para Pearl Jam. Durante un tiempo, el grupo no volvió a tocar en festivales y, cuando finalmente decidió hacerlo, lo hizo siempre bajo nuevos criterios de seguridad. Así, la banda sólo participa en este tipo de eventos si se respetan sus propias medidas de seguridad, lo que incluye, por ejemplo, la supervisión de las barreras de contención, el control del aforo o los procedimientos para parar los conciertos.
En estos últimos 10 años, el grupo ha recordado en numerosas ocasiones a las nueve personas fallecidas en Roskilde a través de sus declaraciones pero, sobre todo, de su música (algunos temas de la banda se han compuesto en homenaje a las víctimas). El pasado 30 de junio, no obstante, el recuerdo fue especialmente emotivo. Pearl Jam actuaban ese día en Berlín y tanto la banda como el público tenían muy presente la conmemoración. El cantante, Eddie Vedder, se dirigió a la audiencia para recordar a los fallecidos y no pudo evitar romper en lágrimas. A continuación, la banda interpretó una imperfecta pero sobrecogedora Come back en homenaje a las víctimas.
Coincidiendo con este aniversario, la página web del grupo publicó una emocionante historia relacionada con el suceso. Según el artículo, uno de los dos guitarristas de Pearl Jam, Stone Gossard, mantiene actualmente una estrecha amistad con los padres de una de las víctimas de Roskilde. Por lo visto, en 2003, Stone pensó que debía reaccionar de alguna manera ante lo ocurrido y quiso ponerse en contacto con las familias de los fallecidos. Así que, acompañado de su novia, se dirigió a Dinamarca para conocer cara a cara a estas personas. Como es comprensible, algunos de los afectados no fueron receptivos ante este acercamiento. No fue el caso de los suecos Ebbe y Birgitta Gustafsson (padres de Carl-Johan), que se confesaron impresionados por el gesto del guitarrista y que, a partir de entonces, iniciaron una sólida amistad con él. Tal y como explica la madre, el vacío de su hijo nunca podrá ser llenado pero la amistad y el cariño recibidos por Stone les ha servido para cubrir una pequeña porción de él. El guitarrista de Pearl Jam, por su parte, agradece enormemente la reacción de esta familia que, sin duda, le ha servido para superar lo ocurrido.
La casualidad ha querido que, pocos días después del aniversario de los hechos de Roskilde, se produjera otra tragedia de corte similar. La muerte de más de 20 personas en la Loveparade de Alemania nos volvió a encoger el corazón. Nuevamente, las víctimas fallecieron aplastadas por la multitud aunque, en este caso, fue en la vía de acceso al festival. Ya se ha hablado mucho de la terrible negligencia que cometieron los organizadores del evento y las administraciones al diseñar la entrada al recinto y su aforo, así que no ahondaré en ello. Simplemente espero que se haya tomado nota, que se depuren responsabilidades y que las familias afectadas puedan encontrar consuelo algún día, como Ebbe y Birgitta.
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