El nuevo disco de Pearl Jam, Backspacer, es una obra redonda sin ser sobresaliente. Posiblemente peca de ser demasiado directo, con sólo 35 minutos de duración y canciones que rondan mayoritariamente los 3 minutos, pero suena bien. Para este nuevo trabajo, el grupo ha recuperado a Brendan O'Brien como productor, no sé si en un intento de recuperar algo del pasado que echaban en falta.
Backspacer empieza de la forma clásica, con una canción potente pero sin demasiadas aspiraciones. Gonna see my friend es un tema rockero a la vez que pegadizo, que en algunos puntos recuerda antiguas composiciones del grupo. Vedder canta rasgando la voz aunque también muestra un registro más grave en un par de trozos, lo que consigue que un tema que no llega a los 3 minutos no se reduzca al monótono estrofa-estribillo-estrofa-estribillo.
Got some, una de las primeras canciones del disco que se hizo pública, es tal vez de lo mejorcito de Backspacer, con un Vedder que apenas puede coger oxígeno en el preestribillo. Es un buen tema para el directo, con una guitarra solista que, eso sí, bien podría haberse alargado un poco más al final de la canción.
A continuación llega el single, The Fixer, muy posiblemente el tema más flojo del álbum. Suena demasiado a radiofórmula, sin fuerza a pesar de las guitarras, tiene un "yeah, yeah..." que no le pega nada a Pearl Jam y, para acabarlo de rematar, su videoclip es horrendo. Ah! y acaba con un fade out que debería estar prohibido por ley. En resumen, digna de disfrutar en concierto pero poco más.
El cuarto corte de Backspacer, Johnny Guitar, es una rareza compuesta por Matt Cameron y Stone Gossard. Se trata de una novedad dentro del sonido de Pearl Jam, un tema en el que Vedder vuelve a rasgar la voz para enfatizar el sonido rockero. En esta ocasión, los de Seattle podrían haber sido más generosos y alargar un tema que, nuevamente, no llega a los 3 minutos.
Just breathe recoge el testigo del primer disco en solitario de Vedder, Into the wild. Evoluciona a través de arpegios de guitarra y de una instrumentación delicada, y contiene esa gravedad que tan bien le va a la voz del cantante. Una canción íntima, bonita... aunque algunos se saturen con ese estilo más folk.
La que sigue, Amongst the waves, es mi canción favorita del disco. Una especie de In hiding que empieza de manera discreta y que va subiendo, en parte gracias al trabajo vocal de Vedder. El tema acaba eclosionando en el sonido más clásico de Pearl Jam, con las guitarras haciendo un gran trabajo y con el cantante en un tono alto y desacomplejado.
Unthought known es otro tema que va creciendo progresivamente y que certifica, una vez más, que la voz de Vedder está en un gran estado de forma. Eso se agradece, sobre todo después de comprobar cómo otras grandes laringes de los '90 han acabado perdiendo la fuerza que las caracterizaba (el caso de Chris Cornell es paradigmático).
Supersonic es el homenaje de Pearl Jam a sus queridos The Ramones, una canción rápida, divertida, que sin duda será un buen desengrasante para momentos del directo de mayor trascendencia.
Después del acelerón de Supersonic, el tempo se ralentiza y volvemos al sonido de Into the wild. Speed of sound es una balada menos efectiva que Just breathe, que quiere sonar más vestida pero que acaba cayendo en un exceso de producción, lo que al final la convierte en una canción más vacía.
Afortunadamente, el disco remonta con el único tema compuesto en solitario por Mike McCready. Force of nature, el segundo corte más largo de Backspacer, es una de las canciones más aclamadas. Sin duda, uno de los motivos es la guitarra rockera que impone McCready de principio a fin, acaparando el protagonismo más allá de la voz de Vedder.
Backspacer se cierra con un título obvio, The End. Se trata de otro tema intimista del cantante, sentido y doloroso, cercano a lo que fuera una vez Around the bend (No Code, 1996). Una bonita despedida para el disco más breve y optimista de Pearl Jam.
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