Hace unos días, Pearl Jam hizo triplemente felices a muchos de sus fans. En un concierto ofrecido en Los Angeles, los cinco de Seattle (se podrían considerar seis si tenemos en cuenta a Boom) se dejaron llevar por la nostalgia y sorprendieron a su público al invitar al escenario a Chris Cornell (ex-Soundgarden) y a Jerry Cantrell (Alice in chains). Ambos aparecieron al final del segundo bis. En el caso de Cornell, fue para interpretar ni más ni menos que Hunger Strike, el mítico tema de Temple of the dog. Aunque Pearl Jam ha tocado esta canción con cierta regularidad en sus conciertos, la verdad es que hacía muchísimo tiempo que no lo hacía con el line-up original, así que la posibilidad de volver a oír la canción en las voces de Eddie Vedder y Chris Cornell fue una auténtica sorpresa.
Temple of the dog fue un proyecto paralelo, una suerte de banda de tributo que se creó para homenajear al fallecido Andrew Wood, compañero de piso de Cornell y cantante de Mother Love Bone. El grupo estaba formado por dos componentes de Soundgarden, el mismo Cornell y el batería Matt Cameron, y por cuatro de los integrantes de Pearl Jam, los guitarristas Mike McCready y Stone Gossard, el bajista Jeff Ament y el recién llegado cantante, Eddie Vedder. Temple of the dog publicó su disco de tributo en 1990 y, así, con sólo un trabajo, se convirtió en todo un mito para los seguidores del rock alternativo.
Casi 20 años después, la reunión del grupo podía plantear ciertas dudas, sobre todo por cómo ha evolucionado la carrera de Cornell desde que se disolviera Soundgarden. Afortunadamente, los traspiés musicales del cantante no pesaron y Hunger Strike volvió a brillar sobre el escenario. La voz de Cornell estuvo a la altura (con algún matiz) y la colaboración con Vedder volvió a ser altamente emotiva.
La sensación nostálgica se repitió a continuación con Alive, el primer gran single de Pearl Jam. El tema, de 1991, contó con la participación estelar de Jerry Cantrell. El guitarrista de Alice in chains se unió al grupo para bordar un solo de guitarra que enloqueció a la audiencia.
Este final de concierto se cerró con un saludo multitudinario desde el escenario que bien merecía la siguiente foto:
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